Tengo una agenda.


Hace mucho tiempo que no escribía nada por acá y pues, pienso que quizá ha llegado el momento de hacerlo. 

¿Y de qué podría hablar alguien tan normal y común y corriente como yo? Se me ocurrió contar que se me ha ocurrido llevar una agenda. No voy a comprar una agenda de esas que venden en las librerías que con lo que cuestan me compraría cuatro almuerzos, no. Simplemente voy a abrir una nueva nota en una extensión que instalé hace mucho en Chrome qu eme sirve para llevar apuntes, a veces la uso, y bueno, escribiré ahí lo que tenga que hacer y trataré de cumplirlo.


Solo miren la agenda de este chavo, este horario que tiene de pasar todo el día en internet lo llevará sin duda a un tremendo estado de psicosis. Jmm, me recuerda a alguien... 

Lo haré. Primero porque a mí se me olvida todo. También por que además de que se me olvida todo, muchas veces se me olvida que ya tengo cosas que hacer antes de poner más cosas a la lista. Y por último porque al final, después a pesar de que ya tengo cosas que hacer, me da pereza hacerlas. 

Hay cosas que siempre hay que hacer, por ejemplo las tareas de la universidad, sacar a mi hermano del sótano para que vaya a comer, comer yo, etc. 

Ahora, mi lucha principal es combatir contra la procastinación. 

Procastinación es la acción de un ser maligno que actúa sobre la mayoría de mentes débiles que se dejan llevar fácilmente y se dejan ser controladas de la forma más fácil. Ese ser maligno, indudablemente es una entidad más poderosa que cualquier ser humano, es algo que no se puede describir, porque está fuera de la comprensión de todas las personas. Cuando alguien comienza a procastinar algo, no hay vuelta atrás. A esa persona hay que darle una buena bofetada y darle una buena dosis de malas notas. Bueno, eso fue lo que me pasó a mí. 

FIN.

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